Ingredientes ecológicos para unas 20/25 albóndigas:

• 200 gr. de harina de avena
• 25 gr. de semillas de lino
• 2 cucharaditas de semillas de chía
• 1 rama de apio
• 1 puerro
• 1 cebolla pequeña
• 1/2 pimiento rojo
• 1 pimiento verde
• 1 calabacín pequeño
• 3 dientes de ajo
• 3 cucharadas de salsa de soja fermentada
• 1 cucharada de miso blanco
• Sal del Himalaya
• Pimienta blanca molida
• Aceite de oliva virgen extra
• Agua alcalina o de manantial

 

Elaboración:

Prepara la SALSA DE TOMATE ESSEN según la receta que encontrarás AQUÍ.

En un vaso de unos 200 cc. pon a remojo en agua alcalina o de manantial durante media hora las semillas de lino y de chía para que suelten la gelatina. Mientras tanto, lava y trocea todas la verduras e incorpóralas a una sartén en la que hayas vertido el aceite suficiente para saltearlas. Salpimienta y póchalas a fuego medio hasta que estén tiernas. En una batidora bate las semillas con el agua del remojo durante 2 ó 3 segundos y reserva la mezcla. Haz lo mismo con las verduras ya pochadas. Vierte 150 gr. de harina de avena en un bol y mézclala lentamente con las semillas y las verduras trituradas hasta que todo quede bien ligado. Añade las 3 cucharadas de soja fermentada y la cucharada de miso. Mézclalo todo bien y rectifica de agua o de sal o de pimienta o de soja o de miso, según tus gustos. Amasa la mezcla hasta que obtengas la textura necesaria para dar forma a las albóndigas. Con los otros 50 gr. de harina de avena, reboza las albóndigas y fríelas. Calienta la salsa de tomate, dispón las albóndigas sobre ella y sírvelas muy calientes.

TRUCO:

Si te sobran albóndigas, puedes congelarlas y/o volver a freírlas en su momento. Volverán a quedar crujientes y como recién hechas.

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